Vistas de página en total

domingo, 8 de enero de 2017

El Reencuentro

Lo vi,
como quién ve a un fantasma,
enfrente de mi,
sin mediar palabra.

No supe reaccionar,
mis ojos le alcanzaban,
mi corazón se paralizaba,
el silencio me amarraba.

Entonces,
dijo mi nombre,
mientras se acercaba sonriendo,
rompió el hielo,
a fuego lento,
dejó que mis miedos,
quedaran al descubierto,
pero hizo que la confianza,
volviera,
en cuestión de momentos.

No pude creer,
que estuviéramos así,
me prometí a mi misma,
que no volvería ahí,
a ese mismo lugar,
donde le perdí,
hablando con él,
volviendo a sentir.

Noté que la electricidad,
se transformaba en química,
vi compenetración,
volví a ser esa misma chica.

Se iluminaba mi mirada,
al escucharle hablar,
me temblaba hasta el alma,
lo volví a encontrar,
seguía siendo el mismo chico,
volví el tiempo atrás,
parecía que regresaba al pasado,
quizás,
para volverlo a recuperar.

Dimos un largo paseo,
mientras,
contábamos como había ido todo,
recordábamos anécdotas,
todo iba siendo cómodo.

Pero
llegó aquel instante,
donde tuvimos que despedirnos,
volvió el frió,
tocó retomar nuestros destinos,
pero seguían esas cenizas,
que jamás se habían perdido,
quedó algo pendiente,
que no lo borra ni el olvido.

Libre

Libre,
como un ave emigrante,
que vuela cerca de tu ventana,
al escuchar tu canto.
Libre,
tan libre,
que siempre vuela muy alto.

Libre,
como un mar en furia,
esperando tocar tierra.
Rompe contra las rocas,
cuando se desespera.
Libre,
tan libre,
que apesar de dispersarse,
siempre se vuelve entera.

Libre,
como palabras,
que vuelan junto al viento.
Atraviesan barreras,
acercan puertos.
Libre,
tan libre,
que facilita el entendimiento.

Y se preguntan,
si nunca lloro,
si soy de piedra,
y nunca me rompo,
si muestro una sonrisa,
aunque por dentro me descompongo,
pues soy tan libre,
que a todo esto,
sólo yo me respondo.

Soy

Soy lo que soy,
todo aquello que en mí ves;
no soy nada más,
de lo que crees,
que puedo llegar a ser.

Por más que busques,
no seré otro prototipo,
no cambiaré mucho,
no perderé mi instinto.

Soy,
lo que un día te enamoró,
lo que quisiste tener,
lo que te desilusionó,
lo que un día…
extrañaste otra vez.

Porque soy,
esa huella eterna,
grabada en tu pasado,
esa persona a la que comparabas,
con otra que te había dañado.

Soy,
el estado de ánimo,
de mis sentimientos,
un simple reflejo,
de lo que recogí del viento.

El eco del ayer,
el sueño de un futuro,
la constancia de un presente,
parte de tu pequeño mundo.

Soy así,
siempre lo mismo,
no te he engañado,
ni he sido un espejismo.
Porque soy lo que soy,
aunque en tu vida,
haya sido un simple seísmo,
seguiré siendo igual,
ese trance en tu destino.